Zohran Mamdani: organización, programa y movilización por un socialismo democrático

La victoria de Zohran Mamdani en las elecciones internas del Partido Demócrata para la alcaldía de Nueva York sacudió el tablero político de Estados Unidos. También ha generado mucho entusiasmo internacionalmente y no es para menos. Mamdani es un joven musulmán de 33 años, socialista y militante de Democratic Socialists of America (DSA) quien ganó la primaria frente a Andrew Cuomo, una de las figuras más importantes del establishment en Nueva York, epicentro del capitalismo. El resultado de la primaria refleja el deseo de superar la precariedad que ha impuesto la crisis que enfrenta la clase trabajadora en Nueva York sobre los elementos más básicos para su supervivencia. Una crisis que es común para la mayoría de la clase trabajadora y los sectores desposeídos, tanto en los países capitalistas avanzados como en los países del sur global. Crisis que se manifiesta en salarios insuficientes, falta de acceso a vivienda adecuada, a alimentos nutritivos y a precios asequibles, a atención médica, a transporte colectivo eficiente y a educación pública, gratuita y de calidad. El programa impulsado por Mamdani giró sobre estas demandas cuyo potencial reconocen las clases dominantes, según se evidenció en la campaña en su contra. 

Es importante tener presente que el entusiasmo que permitió la victoria de Mamdani no puede desvincularse de la energía acumulada a través de las grandes movilizaciones contra el genocidio en Palestina, contra la ofensiva antinmigrantes de la administración de Donald Trump y contra la comunidad LGBTTQi+. Aunque con distintos matices, el Partido Republicano y el Partido Demócrata, han impulsado políticas para favorecer a las clases dominantes en su intento de recuperarse de las manifestaciones de las crisis desde mediados de la década de 1970.

Mamdani enfrentó una campaña multimillonaria en su contra, financiada por un sector que representa a una clase social que se ha beneficiado de las políticas neoliberales que se han adoptado durante los pasados cincuenta años y las cuales han atacado principalmente las conquistas históricas de la clase trabajadora. Además de la campaña negativa contra Mamdani, los sectores dominantes invirtieron millones de dólares para apoyar a sus oponentes. Aún así, el entusiasmo y la energía que generó le permitió ganar el puesto en la papeleta del Partido Demócrata para la alcaldía de la ciudad. Pero, lejos de aplacarse, la ofensiva del establishment del Partido Demócrata en su contra, se ha intensificado luego de su elección. La reacción racista y la retórica anticomunista se combinan con acusaciones de islamismo y antisemitismo en una verdadera ofensiva tanto de líderes del Partido Demócrata como del Partido Republicano, es decir, una ofensiva verdaderamente bipartita. Pero para comprender qué significa el resultado de esta primaria y para evaluar cuáles pueden ser sus posibilidades, sus limitaciones y sus contradicciones, será necesario analizar además de la campaña electoral, el trasfondo -económico, político y social- el contexto en el que se desarrolló y qué se puede construir y consolidar, a pesar de la inviabilidad de una estrategia que intenta, una vez más, transformar el Partido Demócrata desde adentro.

El centrismo moderado alimenta a la nueva derecha

Mamdani fue capaz de conseguir apoyo más allá de las bases tradicionales de la izquierda neoyorquina. Ganó en algunos barrios populares que se inclinaron hacia la derecha y favorecieron a Trump en las elecciones de 2024. Su victoria demuestra la posibilidad de que la gente —en Estados Unidos— vote por un programa que impulse cambios radicales y verdaderamente transformadores. Demuestra también que la fórmula para avanzar en ese país debe incluir programas que eleven ambiciosamente las expectativas del electorado. Confirma además que es necesario abandonar las orientaciones centristas y moderadas cuyas consecuencias incluyen la elección de figuras de la extrema derecha como Donald Trump. El centrismo moderado no es una alternativa, por el contrario, alimenta a la nueva derecha alrededor del mundo. Además de Trump, ese ha sido el caso de Jair Bolsonaro en Brasil y de Javier Milei en Argentina, para dar dos ejemplos.

Un aspecto central de la fórmula que permitió la victoria de Mamdani en Nueva York ha sido la movilización. No habría sido capaz de ganar sin el ejército de 50,000 personas voluntarias y del trabajo organizativo de DSA en Nueva York y de muchas otras organizaciones aliadas. Ese ejército de personas voluntarias visitó un millón y medio de hogares durante la campaña. También, es necesario destacar que el corazón de la campaña fue la juventud. Que decenas de miles de jóvenes cobren conciencia de que han logrado hacer historia mediante la organización colectiva tiene un potencial transformador que no podemos subestimar. Por último, el éxito de la campaña confirmó que las redes sociales siguen siendo cruciales para captar la atención de amplios sectores del electorado, sin menospreciar el mensaje y el carisma de Mamdani ni subestimar el trabajo organizativo.

La Convención de DSA

El entusiasmo de la victoria de Mamdani ha logrado también reenergizar a DSA, organización que se ha transformado dramáticamente en apenas una década. Antes de las elecciones de 2016 tenía un núcleo de más o menos 6,000 miembros. En octubre del año pasado la membresía de DSA rondaba alrededor de 60,000. El triunfo de Mamdani también ha sido un factor clave para el rápido crecimiento de DSA que ya sobrepasa los 10,000 miembros en la ciudad de Nueva York y las 80,000 personas en alrededor de 200 capítulos. Podemos decir que el crecimiento de DSA responde por un lado a la resistencia contra Trump y por otro a la ofensiva por la victoria de Mamdani.

Según algunos informes que se han divulgado, más de 1,200 delegados y delegadas participaron de la Convención de DSA que se celebró a principios del mes de agosto de este año en Chicago. Uno de los debates más importantes de la Convención fue el genocidio contra Palestina. DSA demostró su compromiso inquebrantable y su solidaridad con Palestina. Además, participaron de la Convención organizaciones de varios países. Entre los invitados internacionales hubo representantes del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), del Movimiento de Izquierda Socialista (MES) y del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, del Partido de los Trabajadores de Bélgica, de La France Insoumise de Francia, de Morena de México, de Democracia Socialista de Puerto Rico y de Socialistas Democráticos de Japón. 

¿Transformar el Partido Demócrata desde adentro?

El dinamismo de DSA proyecta su capacidad para aglutinar decenas de miles de activistas de la nueva militancia que surge de la radicalización que se está experimentando en Estados Unidos. Radicalización que responde por un lado a la resistencia contra Trump y por otro a las movilizaciones contra el genocidio perpetrado por Israel y en solidaridad con Palestina. Además, campañas como las de Mamdani demuestran el potencial que pueden tener campañas electorales abiertamente socialistas. Estos factores pueden contribuir a que DSA aumente su membresía a más de 100,000 militantes en los próximos meses.

DSA tiene el potencial de convertirse en una fuerza socialista mucho más visible, en un referente de la izquierda socialista a nivel nacional en Estados Unidos. Para ser exitosa en el desarrollo de ese potencial, la organización tendrá que impulsar su orientación en los movimientos sociales, en el movimiento obrero y en los sectores más amplios posibles de la clase trabajadora para que cobren conciencia de la necesidad de construir un partido independiente propio. Es decir, un partido amplio e independiente, que represente los intereses de la clase trabajadora. Esto requiere además demostrar la inviabilidad de la estrategia que pretende lograr avances dentro de las filas del Partido Demócrata. En lo inmediato deberán dedicar sus esfuerzos y una buena parte de sus recursos a la campaña para la alcaldía de Nueva York. Para lograr vencer en las elecciones de noviembre e impulsar con éxito su programa, serán centrales la organización y la movilización. Los líderes del establishment demócrata, Donald Trump y sectores de la burguesía harán todo lo posible para impedir que Mamdani gane las elecciones de noviembre. Si gana, van a entorpecer su gestión y tratarán de evitar que ponga en vigor su programa. La experiencia demuestra que ganar las elecciones no es suficiente para impulsar un programa como este. Además, para enfrentar una contraofensiva tan poderosa como la que enfrentará el gobierno de Mamdani en la ciudad, va a ser necesario seguir organizando y movilizando a la mayoría asalariada y desposeída para resistir y para poder darle paso al programa. Ganar la alcaldía de Nueva York, símbolo del capitalismo mundial, es un ingrediente importante para la estrategia nacional, para el crecimiento de DSA y para que sea viable la construcción de un partido independiente, que represente los intereses de la clase trabajadora en Estados Unidos.

Manuel Rodriguez Banchs

Manuel Rodríguez Banchs es abogado laboral puertorriqueño que trabaja con sindicatos clasistas en Puerto Rico y Estados Unidos. Portavoz del Instituto Internacional de Investigación y Formación Obrera y Sindical (iNFOS). Dirigente social y político del Movimiento Victoria Ciudadana de Puerto Rico. Es miembro de la Junta editorial de la revista Momento Crítico.

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