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Datos recientes sobre los docentes sin plaza en la Universidad de Puerto Rico

Por Javier Córdova Iturregui



Recientemente tuvimos acceso a datos sobre la cantidad de docentes con plaza y sin plaza en la Universidad de Puerto Rico. Aunque sabíamos que desde hace varios años la cantidad de docentes sin plaza ha venido aumentando significativamente, junto a la disminución absoluta de los docentes con plaza, los datos no dejan de ser impactantes.


La UPR tiene cerca de 2,000 docentes sin plaza. De estos, el 64% está contratado a tarea parcial. La gran mayoría de ellos tiene salarios de pobreza. Un docente sin plaza que ofrezca un curso menos de los que se requiere para que sea contratado a tarea completa, en ambos semestres académicos, gana cerca de $12,000 al año. En su gran mayoría son profesores con doctorado que apenas ganan $1,000 mensuales. No cobran varios meses del año, y no tienen beneficios marginales como plan médico, licencia de enfermedad o vacaciones, ni plan de retiro. Tampoco tienen ninguna garantía de empleo de un semestre al siguiente. Viven en condiciones de inseguridad continua. Un dato interesante es que la mayoría de los profesores con plaza son varones, mientras que la mayoría de los docentes sin plaza son mujeres.


La cantidad de docentes sin plaza ya alcanza un 45.3% del total de los docentes del Sistema. En tres de los once recintos (Ciencias Médicas, Ponce y Carolina), el total de docentes sin plaza supera la cantidad de los docentes con plaza. En el recinto de Ponce, la mayoría de toda la Facultad está bajo contrato a tarea parcial.


La contratación sin plaza se justifica cuando surgen situaciones extraordinarias, o cuando surgen cursos adicionales que se tienen que ofrecer y que requieren este tipo de contratación. Sin embargo, los años de servicios que lleva una gran cantidad de docentes sin plaza es la mejor demostración que este tipo de contratación se convierte en norma y no en la excepción. Hay un total de 686 docentes sin plaza con 11 años o más de servicio. De estos, 241 tienen 21 años o más de servicio. Los docentes sin plaza con 11 años o más de servicio son el 36% del total de los DsP. La contratación irregular de docentes es la forma que tiene la gerencia universitaria de ofrecer la carga académica al menor costo posible, a costa de las condiciones de trabajo del personal.


La situación laboral de los docentes tiene un impacto sobre la calidad académica de la institución. El alto número de personal docente sin plaza puede, además, poner en peligro diversas acreditaciones de la institución.


La falta de personal en la UPR no es sólo de los docentes. También hay gran escasez de plazas de empleados no docentes. También para los no docentes ha aumentado significativamente la cantidad de empleo a tarea parcial en condiciones precarias.


Por ello, sostenemos que la lucha por la creación de plazas en la UPR, y por la preservación de las plazas del personal que se retira, es una fundamental en la defensa de la Universidad pública a la que aspiramos, una universidad que garantiza la mayor calidad académica y condiciones óptimas de trabajo y de estudio. Que el personal universitario tenga seguridad de empleo que provee tener una plaza asignada es esencial para el desarrollo del pensamiento crítico, para ejercer libertad de cátedra y para poder tener una verdadera autonomía universitaria.


Evidentemente, la única manera de atender de manera adecuada este asunto es revocando los recortes totalmente irrazonables a los que ha sido sometida la UPR. La lucha por un presupuesto justo para la Universidad Pública del país es esencial. La restitución de la fórmula del 9.6% de los recaudos del gobierno tiene que ser la orden del día para atender no solo el asunto de las plazas y de otros temas fundamentales para el personal, sino también para revocar los injustos aumentos en matrícula a los que han sido sometido nuestros estudiantes.


Estamos conscientes que la situación laboral del personal universitario, y del personal docente en particular, es aún peor en las universidades privadas del país. En ellas las plazas son prácticamente inexistentes, las condiciones de empleo y salariales son peores que en la UPR. La libertad de cátedra también es muchísimo más débil que en la universidad pública. La APPU está desarrollando en estos momentos una importante lucha por la creación de un sindicato docente en la UPR que pueda mejorar las condiciones de trabajo docente. Confiamos que podamos prevalecer, y que ello contribuya a fortalecer la lucha docente en las universidades privadas del país.

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Javier Córdova es miembro de Democracia Socialista y profesor jubilado de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Arecibo.

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