Jorge Lefevre Tavárez
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El primer artículo de esta columna rotativa, “Cuestión de clase”, señalaba que el título de la columna era “atinado para describir una perspectiva que quedaba oculta en las contiendas electorales en Puerto Rico y que se ha hecho muy visible y pertinente en este ciclo electoral” [1]. Sin embargo, hasta ahora, la visibilidad de la cuestión de clase se ha debido más al sector patronal que al laboral.
1.
A pesar de décadas de política pública neoliberal impulsada por los dos partidos patronales históricos, no se había visto una ofensiva patronal articulada de la manera en que la hemos visto en este proceso electoral. El sector privado, que, dentro su heterogeneidad, en gran medida gobierna a través del bipartidismo y, parcialmente, a través de la Junta de Control Fiscal [2], habla como si fuese un gran ausente de la gestión del gobierno y de la política pública. Esa falsa ausencia es la que busca subsanar con su discurso en este proceso electoral.
El aspecto más visible de esta nueva articulación es el comité de gastos independientes (en inglés, SuperPac) Democracia es Prosperidad. Según el comunicado que se envió anunciando su creación, con Democracia es Prosperidad el sector privado “dejará de ser un mero espectador y buscará participar, de manera formal, en el proceso político de Puerto Rico, educando sobre la estrecha relación entre la democracia de libre mercado y la prosperidad económica”. En la presentación que le hacían al sector privado para informar sobre sus trabajos, reconocían que la razón de ser de este proyecto se encontraba en un cambio de circunstancias en el terreno político en Puerto Rico: “Acuerdo entre MVC y el Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores (SPT) que cambió panorama político en 2020. Sobre $1 millón en aportaciones de sindicatos de los EEUU a su CGI en las pasadas elecciones”. Por eso, dicen, “Cada vez se mueve más hacia la izquierda” Puerto Rico. Se hace referencia a un “tono político inclinado en contra de candidatos pronegocios”, de “participación en los medios dominada por portavoces anti- empresariales”, y al supuesto de que “no existen candidatos que defiendan la postura empresarial” ni “champions” en la legislatura.
Un elemento importante de la nueva derecha es la desconfianza que tienen con respecto al Partido Popular Democrático y el Partido Nuevo Progresista. No por estos fracasar en sus medidas para resolver la crisis, ni por la corrupción —razones válidas para desconfiar del bipartidismo—, sino porque tienen que apelar a una base popular y asalariada, lo que limita el alcance de sus medidas neoliberales. Así, por ejemplo, dicen: “Los sindicatos cuentan con organizaciones de empleados públicos dentro de las estructuras de los partidos tradicionales. Los partidos tradicionales compiten por reclamar quién es más populista”.
Pero este comité de gastos independiente no es la única manera en que se organizan y articulan los sectores patronales. Esta red empresarial que busca articular su intervención política cuenta también con laboratorios de pensamiento (en inglés, think tanks) como Puerto Rico CRECE, fundado por Luis Fortuño, y el Instituto de Libertad Económica. A través de estas estructuras, se coordina la participación de portavoces de los intereses del sector privado en la prensa del país y en la opinión pública. Estos laboratorios y sus portavoces, al contar con una posición institucional, cuentan además con prestigio para efectos de los medios: son invitados a opinar en paneles de expertos y tienen las puertas abiertas en la prensa.
CRECE (Centro para la Renovación, el Crecimiento y la Excelencia Económica) se funda en diciembre de 2013 bajo la dirección de Luis Fortuño, ya entonces exgobernador de Puerto Rico. Según su página de internet “se enfoca en cultivar soluciones promercado” y en “mejorar el clima empresarial de Puerto Rico”. Así “los programas de CRECE incluyen investigaciones profundas y basadas en datos sobre la libertad económica y la competitividad de Puerto Rico, una serie de foros dirigidos principalmente a estudiantes universitarios sobre el desarrollo de la economía y la sociedad, diálogos sobre soluciones a la pobreza utilizando herramientas de otros centros de estudios de EE. UU. y un programa de emprendimiento juvenil conocido como 'Lemonade Day', que enseña a los niños cómo planificar y administrar sus propios negocios utilizando el modelo del puesto de limonada”. Si bien no hay nada en su página que demuestre “investigaciones profundas”, no cabe duda de que se presenta efectivamente de esa manera ante la prensa y ante el país. Su actual directora ejecutiva, Tere Nolla, ha participado con escritos en El Nuevo Día.
“Desde el 2013”, continúan, “hemos patrocinado más de 15 foros, impactando a una comunidad de más de 12 000 estudiantes y profesores”. En ese sentido, CRECE, de manera callada, ha hecho un trabajo de base con un impacto relativo no desdeñable. Además, cuenta con cuatro ediciones del boletín “Perspectiva global” y “Road to Prosperity”, lanzado en 2024 y con cinco números en la actualidad. Contó, también, con “Agenda Puerto Rico”, un programa semanal que tuvo por un espacio de tres años, en colaboración con la Fundación Rafael Hernández Colón (detalle que no debe pasarse por alto). Participa activamente en la red internacional de la derecha neoliberal, hecho ejemplificado por la invitación y participación del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en actividades de CRECE en la isla.
La sede de CRECE “está ubicado en los predios de la Universidad Ana G. Méndez – Recinto de Cupey, en San Juan, Puerto Rico, junto a la Biblioteca Luis G. Fortuño Siglo XXI, que alberga los archivos y documentación histórica del exgobernador. Nuestra presencia en la Universidad Ana G. Méndez nos permite contribuir a la formación profesional de las personas a través de iniciativas que complementan la oferta académica que actualmente tienen a su disposición”. No es un detalle menor el que el gobierno que atacó a la Universidad de Puerto Rico, y contó con un Secretario de Estado que habló de “sacar a patadas” a los estudiantes, cree un laboratorio de ideas de derecha y lo ubique en una universidad privada.
La Junta de Directores de CRECE consiste en 11 personas, que incluye al propio Luis Fortuño, a Federico Stubbe (del Grupo Prisa), a Gustavo Vélez (Inteligencia Económica) y a personas que provienen de los bufetes patronales del país: Magda Boyles (McConnell Valdés), Javier Vázquez (O’Neill y Borges), María Victoria León (MVKNGroup), Jorge San Miguel (Ankura Consulting). Incluye, también, a José Vázquez Barquet, pasado presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico y de ASORE (como dato jocoso: es de Subway, Puerto Rico, pero en la traducción al español en la página de CRECE, se le acredita como asociado a Metro).
El Instituto de Libertad Económica, por su parte, fue fundada en 2019. El ILE se percibe como “un centro de pensamiento de libre mercado en Puerto Rico”. Cree “que las libertades individuales, el estado de derecho, los derechos de propiedad privada y un gobierno limitado y eficaz sostienen una economía de mercado saludable que brinda la mayor oportunidad y prosperidad para todos”. La libertad económica se ve “continuamente amenazada por el poder del gran gobierno que interviene”, y entienden que existe una “falta de comprensión y valoración de los principios del libre mercado”. Así, hacía falta “una institución que tomara el camino menos transitado, para defender políticas públicas económicamente coherentes”. Al igual que CRECE, el ILE realmente carece de estudios a profundidad, y su página de internet se limita más bien a servir de blog y republicar artículos (también llanos) de otras instituciones y pensadores neoliberales. La página de internet tiene una sección titulada “Reportes”, que contiene algunos informes. La mala traducción ejemplifica la mala traslación de ideas hacia la política y la historia económica en Puerto Rico.
Su fundador y Principal Socio Ejecutivo, Jorge L. Rodríguez, ha sido el principal portavoz e ideólogo de la libertad económica (el nuevo eufemismo para hacer referencia a la desprestigiada política pública neoliberal) en Puerto Rico. Cuenta con participación recurrente en programas como Jugando Pelota Dura, en periódicos como El Nuevo Día, y una presencia tan activa como incoherente en las redes sociales.
Su Junta de Directores incluye a Melba Acosta (del bufete McConnell Valdés y anteriormente de Price Waterhouse, ex Presidenta del Banco Gubernamental de Fomento, Secretaria del Departamento de Hacienda y de la Oficina de Gerencia y Presupuesto, OGPe), José Carrión III (ex Presidente de la Junta de Control Fiscal), Alejandro Ballester (Presidente de Ballester Hermanos), Juan Antonio “Tony” Larrea (Presidente de SARCO, que posee varias franquicias de comida en Puerto Rico). Aquí, nuevamente, se ve la participación “bipartita” de estas instituciones.
Ambas organizaciones parten del Índice de Libertad Económica, que aplica las pautas de Heritage Foundation. Ángel Carrión Tavárez, Director de Investigación y Política Pública del ILE, es uno de los coautores del Economic Freedom of North America, que parte de este índice para hacer su análisis sobre la situación en Puerto Rico.
Sobre este índice, es importante recordar las palabras de José Caraballo Cueto, en una columna en El Nuevo Día el pasado 4 de junio: “este índice lo que realmente mide es el grado de neoliberalismo de cada jurisdicción”. Sin embargo, este “no se ha utilizado en la literatura económica para medir ‘causa y efecto’ sobre el crecimiento económico, sino para apuntar a meras correlaciones las cuales no son concluyentes… Parecería que manipulan el índice para que los países con ingresos altos aparezcan con un índice alto, independientemente de la orientación de sus políticas públicas. / Incluso este índice ha sido criticado metodológicamente. Sus ponderaciones han sido cuestionadas por arbitrariedad” [3].
2.
¿Y cuál ha sido la respuesta, la articulación, de los sectores laborales ante la crisis y ante esta nueva orientación del sector patronal?
En el 2012, se fundó el Partido del Pueblo Trabajador, el primer intento desde el Partido Socialista Puertorriqueño de abordar desde una posición clasista la participación electoral en Puerto Rico. Si bien no tuvo el impacto electoral que sobre él se esperaba, pudo proponer una posición con respecto al estatus que, sin minimizar el problema colonial, buscaba superar la división de la clase trabajadora que se daba por medio de este tema, división aprovechada por los sectores patronales y sus partidos, organizados bajo preferencia de estatus. El PPT reconocía el colonialismo como uno de los problemas principales de Puerto Rico, pero buscaba evitar ver en las elecciones procesos plebiscitarios. Asumía, por tanto, la propuesta de la Asamblea Constitucional de Estatus, como mecanismo que podía ser apoyado independiente de la posición particular de estatus, y de esa manera aglutinar a la clase trabajadora en un partido sin desmerecer el problema colonial. El modelo que siguió es el del sindicato, que agrupa a trabajadores/as de distintas preferencias de estatus pero unidos para adelantar sus intereses de clase. En ese sentido, la propuesta de separar las elecciones y el proceso de descolonización proviene de los sectores laborales del país. Sin embargo, el PPT no logró contar con gran apoyo sindical y, si bien logró tener una influencia decisiva en la discusión pública de ciertos temas, no tuvo el mismo éxito en las elecciones como tal.
Si bien el impacto del PPT fue menor al esperado, se encontró este entre los fundadores de Movimiento Victoria Ciudadana, un esfuerzo progresista y claramente antineoliberal que ayudó a transformar la política electoral en el 2020. Este movimiento asumió la misma posición con respecto a las elecciones y el tema del estatus, lo que ayudó a que uniera a personas de diversas preferencias con respecto a este tema. Pero también ha acogido, en gran medida, las propuestas económicas surgidas de los sectores laborales del país. Figuras principales del PPT han logrado tener espacios importantes al interior de Victoria Ciudadana, destacándose Rafael Bernabe y Mariana Nogales Molinelli, legisladores electos. Victoria Ciudadana, paradójicamente, sin articularse como un partido de la clase trabajadora, logró aglomerar mayor apoyo sindical que el PPT. Esto se aprecia de manera más evidente con el apoyo del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores y Trabajadoras (SPT), otra fuerza fundadora del movimiento.
En las elecciones del 2024, existe un gran entusiasmo (o, para otros, temor) generado alrededor de la Alianza creada entre Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño. Esto ha facilitado que más de 25 sindicatos conformen la Coalición Sindical, que ha redactado un programa del movimiento obrero y que busca ser endosado por los partidos y candidaturas en este ciclo electoral. Esto es un paso importante en la unidad en la acción del movimiento obrero, que sigue el Primero de mayo unitario del 2024, en el que todos los sindicatos marcharon juntos. El que distintos sindicatos y centrales logren ponerse de acuerdo no solo para una conmemoración, sino ahora para impulsar sus intereses en el terreno político-electoral, es un adelanto tremendo. El programa de la Coalición Sindical es ambicioso: incluye el rechazo a la Junta de Control Fiscal, el apoyo activo del gobierno hacia la sindicalización, la descolonización por vías de la Asamblea Constitucional de Estatus. Se entiende que será firmado, casi exclusivamente, por participantes de la Alianza. Habrá actividades educativas e incluso posiblemente un Cierre de Campaña Obrera para anunciar quiénes endosaron.
El sector laboral, en ese sentido, aunque carece de un partido (o más de un partido) con una clara definición clasista, cuenta con un espacio electoral que apoyar, la Alianza, y una Coalición Sindical que busca echar al borde décadas de no-participación del sindicalismo en la política, o participación velada y siempre favoreciendo al bipartidismo. Ha sido un importante paso de avance ante la pregunta lanzada hace más de un año [4].
Pero el sector laboral carece de medios de comunicación, un obstáculo importante en todo este periodo electoral. Ya en otro artículo hemos hablado de cómo los medios de comunicación, por ser una industria que requiere, también, generar una ganancia para sobrevivir, comparten los mismos intereses patronales que otras industrias del país, sean manufactureras, comerciales [5]. Por eso mismo, los medios de comunicación existentes tienen intereses encontrados con los sectores laborales y con la Alianza electoral. La guerra mediática contra la Alianza ha sido intensa – solo se ha disminuido por la manera vulgar y desprestigiada en la que se ha visto la prensa, además de las posibilidades de no querer crear enemistades en un espacio político que pudiera contar con importante presencia en el gobierno.
En ese sentido, la Alianza en su conjunto (y MVC y el PIP, por separados) son las primeras organizaciones político-electorales con impacto en la isla que carecen de medio propio. El Partido Socialista Puertorriqueño creó Claridad; el PIP, en la década del 1970, creó La Hora. ¿Qué medio existe que pudiera representar un contrapeso al sonido ensordecedor de los intereses patronales en los medios?
Carece, también, de laboratorios de ideas. No hay un equivalente a un CRECE, a un ILE, del sector laboral. Si las Juntas de Directores de estas organizaciones ideológicas patronales han logrado unir al bipartidismo, que antes luchaba entre sí, falta todavía algo similar en el sector laboral, un proyecto de consenso similar a la Coalición Sindical pero en el terreno ideológico.
¿Cómo, entonces, coordinar la participación en los medios de comunicación, con portavoces autorizados por instituciones? ¿Qué institución u organización puede llevar a cabo estudios, escritos, boletines, capaces de generar noticia y presencia en los medios de comunicación?
La carencia de medios y de laboratorios de ideas es algo que los sectores progresistas deberán buscar superar en los próximos años, sobre todo si hay posibilidad de adelantos políticos importantes a través de la Alianza. El peso mayor recaerá sobre los sindicatos y las distintas cooperativas del país, por contar con recursos, apoyo, coordinación y una visión social y de conjunto que pueda darle coherencia a medios y a instituciones de investigación y educación. Los recursos económicos, además, asegurarán que el medio pueda permanecer independiente de la lógica mercantil de la ganancia para sobrevivir.
3.
“La unidad”, dijo Fidel Castro en una entrevista concedida da Diego Maradona en el 2005, “depende cada vez menos de los hombres y un poco más depende de las crisis”. Independientemente de las limitaciones de la Alianza (de Victoria Ciudadana y del PIP), la crisis en la que se encuentra Puerto Rico, y la crisis de los partidos históricos, es el mejor aliado que tiene esta estructura de cambio, esta Alianza.
El PPT era un partido articulado como de la clase trabajadora. Proponía un gobierno del pueblo trabajador, es decir, que fuera la propia clase trabajadora la que gobernara Puerto Rico, una importante propuesta de transición para superar la sociedad capitalista. Hay que continuar analizando qué llevó a que esa propuesta no diera los resultados, mientras Victoria Ciudadana y la Alianza del 2024 sí lo haya hecho. Pero, independientemente de este análisis, las propuestas programáticas de la independencia política de la clase obrera – es decir, la necesidad de que la clase obrera cuente con su(s) propio(s) partidos, distintos a los partidos de la clase patronal – y del gobierno del pueblo trabajador tendrán que adelantarse en el futuro. Esperemos que esta unidad producto de la crisis pueda, también, crear espacios como los que el sector patronal ya ha valorado y creado para sus propios intereses.
Notas:
[3] José Caraballo Cueto, Opinión: Libertad económica, ¿para quién?, https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/libertad-economica-para-quien-2/
[4] https://www.momentocritico.org/post/el-sindicalismo-ante-la-encrucijada-pol%C3%ADtica-qu%C3%A9-hacer
[5] https://www.momentocritico.org/post/la-propiedad-privada-sobre-la-libertad-de-expresi%C3%B3n-i-la-prensa-como-negocio-la-m%C3%A1quina-de-fango
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Jorge Lefevre Tavárez es editor, ensayista y sindicalista. Forma parte de la Junta Nacional de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU). Es miembro de Democracia Socialista y actualmente forma parte de su Comisión Política.
Excelente discusión sobre la trayectoria reciente de los intereses de los capitalistas y de los trabajadores. Sobre la pregunta "¿por qué el PPT no fue exitoso, pero Victoria Ciudadana y la Alianza del 2024 sí?", sugiero considerar la prolongación y profundización de la policrisis y el aprendizaje de los líderes del PPT con respecto a desarrollar proyectos políticos.