Por Democracia Socialista
Desde hace décadas, en Puerto Rico venimos sufriendo los embates de las políticas neoliberales (de privatización de servicios públicos, de reducción en presupuestos, de eliminación de derechos laborales), entremezcladas con una crisis estructural del modelo económico y político que se estableció a mediados de siglo pasado con la constitución del Estado Libre Asociado. Las políticas neoliberales son una tendencia global, pero aquí se implementan por vías del Partido Popular Democrático, del Partido Nuevo Progresista y, de manera más reciente, de la Junta de Control Fiscal.
La lucha más reciente en contra de las políticas neoliberales se da en la Autoridad de Energía Eléctrica, la corporación pública más importante en el desarrollo industrial del país (junto a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillado). Es, sin duda, la más codiciada por las fuerzas privatizadoras y el gran capital. Recientemente se dio a conocer que la privatización de la AEE (a través de una “Alianza Público-Privada”), de la que por tantos años se viene hablando y legislando, se haría a través de un acuerdo a quince años con el consorcio LUMA Energy.
A LUMA Energy el gobierno le estará entregando una entidad pública que recibiría en los próximos años miles de millones de dólares en fondos federales (por lo sufrido durante el Huracán Irma, el Huracán María y los eventos sísmicos de finales de 2019 y principios de 2020) para mejoras en la infraestructura. A LUMA Energy, además, se le entregaría, por quince años, un total de $1,500 millones de fondos públicos. LUMA Energy no contribuirá ni un centavo en mejoras. No solo eso: representa la liquidación de los sindicatos y de todos los empleos en la actualidad, dado que obligaría a cada empleado a volver a someterse a una entrevista, y, de ser incorporado, no estaría cobijado bajo el convenio colectivo que ahora rige. Esto incluso va en contra de la propia ley que le dio paso a la privatización de la AEE, que incluye un artículo que le exigía al ente privatizador reconocer el convenio colectivo vigente. Para nuestra organización, no hay duda de que esto es un intento más de destruir a la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), uno de los sindicatos principales del país y, sin duda, de los más militantes.
La privatización de la AEE a manos de LUMA Energy implica que un servicio público pasaría a ser mercancía privada; conlleva un aumento en la tarifa; representa un atropello laboral para los actuales empleados de la AEE. Por todo lo dicho, nos oponemos al acuerdo.
Democracia Socialista ha participado de las reuniones que la UTIER ha tenido con distintas organizaciones políticas, sociales y sindicales para discutir el acuerdo de LUMA Energy. Junto a estas organizaciones, hemos apoyado el paro convocado por la Alianza de Empleados Activos y Jubilados de la AEE* el 15 de julio. Nos uniremos, además, a las futuras protestas exigiendo la derogación del contrato.
A corto plazo, apoyaremos las luchas para darle fin al acuerdo con LUMA Energy. Más adelante, habrá que detener por completo los intentos de privatización. La AEE necesita transformarse, pero no para convertirse en una mercancía más que le generará ganancias a una empresa privada. Necesitamos una corporación pública, más democrática, con participación ciudadana y de las personas empleadas por la corporación, que se mueva rápidamente a la generación de energía limpia y accesible para toda la ciudadanía.
*La Alianza de Empleados Activos y Jubilados de la AEE está compuesta por la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego de Puerto Rico (UTIER), la Asociación de Empleados Gerenciales de la AEE (AEGAEE), la Unión de Empleados Profesionales Independientes de la AEE (UEPI), la Asociación de Jubilados de la AEE (AJEE) y el Distrito Autónomo Antonio Lucchetti (DAAL).
Este es un escrito coyuntural de Democracia Socialista.
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