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Conspiración sediciosa o el delito de la “insurgencia"

Por Yanira Reyes Gil


Luego de los eventos del 6 de enero de 2021 en el Congreso de Estados Unidos, varios medios y diversas personas han levantado un llamado para que se procese criminalmente a las personas que irrumpieron en el Capitolio federal para tratar de detener la certificación de la elección de Joe Biden. También se presentó un cargo de residenciamiento contra el Presidente Trump por incitación a insurrección [1]. Algunos y algunas analistas han comentado que este cargo podría llevar a un posible proceso criminal contra Trump por conspiración sediciosa.


La conspiración sediciosa se define como el delito por el cual “two or more persons within the jurisdiction of the United States to conspire to overthrow or destroy by force the Government of the United States… An indictment charging seditious conspiracy must allege that the purpose of the conspiracy was the exertion of force against those charged with the duty of executing the laws of the United States...When a seditious conspiracy is shown, the act of one conspirator in furtherance of a common purpose is admissible evidence against all, even though the conspirator committing the act is not being tried” [2].


El delito de conspiración sediciosa es bien conocido por las personas que han luchado por la independencia de Puerto Rico. De hecho, durante gran parte del siglo 20 se utilizó exclusivamente contra puertorriqueños y puertorrique؜ñas independentistas. Ya para finales del siglo se utilizó contra inmigrantes musulmanes acusados y convictos por conspirar para atacar edificios en New York en lo que se conoce como el ataque al “World Trade Center”. Otras personas norteamericanas blancas han sido acusadas muy pocas veces, pero no han resultado convictas. El delito de conspiración sediciosa tiene color, se usa para castigar acciones políticas disidentes por parte de personas no blancas y de minorías étnicas. Los y las luchadoras por la independencia de Puerto Rico que vivieron cárcel por sus ideas conocen bien el delito y como funciona para reprimir ideas “insurgentes”.


Breve recuento de actividades “insurgentes” independentistas

En 1935 Puerto Rico vivió un momento trágico en su lucha política en lo que se llamó Masacre de Río Piedras, evento en el que murieron cuatro nacionalistas luego de un encuentro violento con la policía en la Universidad de Puerto Rico. En su funeral, Albizu declara: “Venimos aquí a prestar juramento para que este asesinato no quede impune. Levantad la mano en alto todos los que se crean libres. Juramos todos que el asesinato no perdurará en Puerto Rico” [3]. Tras este hecho, Albizu es acusado de conspiración sediciosa. En el primer juicio Albizu fue absuelto, con un jurado que incluyó a siete puertorriqueños. En un segundo juicio, el gobierno de Estados Unidos preselecciona un jurado de doce norteamericanos, y obtiene su veredicto de culpabilidad y sentencia máxima de diez años, para ser cumplida en cárceles norteamericanas. En 1937 se produce otra masacre durante una manifestación convocada por el Partido Nacionalista, la Masacre de Ponce. En esta ocasión murieron diecinueve manifestantes y cientos resultaron heridos tras un enfrentamiento con la policía [4].


En 1954, cinco nacionalistas comandados por Lolita Lebrón atacaron el Congreso de los Estados Unidos hiriendo a cinco congresistas. Estos revolucionarios fueron condenados por conspiración sediciosa y se convirtieron en los presos políticos más prolongados en el hemisferio occidental [5]. Luego de muchas luchas por su excarcelación, el presidente Jimmy Carter les liberó en septiembre de 1979.


Tras las acciones del Partido Nacionalista y el encarcelamiento de sus miembros, se crearon varios grupos independentistas en la isla. Fue en esta coyuntura que el FBI implementó un COINTELPRO (programa de contrainteligencia) formal con la intención expresa de fortalecer la dominación colonial estadounidense de Puerto Rico a través del proceso de destruir todo el espectro de la oposición de izquierda en la isla [6].


La intervención del FBI con los movimientos políticos en Puerto Rico se evidenció en el caso de Cerro Maravilla. El 25 de julio de 1978, dos jóvenes estudiantes activistas fueron asesinados por el Cuerpo de Policía de Puerto Rico. El mismo año (1978) el FBI celebró una conferencia internacional sobre antiterrorismo en San Juan, Puerto Rico. Un resultado de la conferencia fue la designación de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), junto con otras tres organizaciones de liberación nacional, como la amenaza de seguridad interna más importante para los Estados Unidos [7].


Después de ser designada como la amenaza más significativa para la seguridad nacional de Estados Unidos, entre 1980 y 1985 alrededor de 30 personas fueron acusadas de conspirar contra la autoridad del gobierno de Estados Unidos y ser miembros de las FALN. En el momento de sus arrestos, los y las acusadas ​​se declararon combatientes en un conflicto anticolonial para liberar a la isla del dominio estadounidense, por lo que pidieron ser tratados como prisioneros de guerra. Los miembros de las FALN se negaron a reconocer la jurisdicción de los tribunales estadounidenses, argumentando que sus acusaciones solo podrían resolverse ante un foro internacional [8].


Los y las combatientes de las FALN fueron acusadas ​​de conspirar para derrocar al gobierno de Estados Unidos. Fueron acusados ​​de conspiración sediciosa. A lo largo de los años, miembros y simpatizantes de las FALN y del movimiento independentista han argumentado que la conspiración sediciosa en el contexto de la situación política de Puerto Rico es un crimen imposible. El argumento se basa en que, debido a que Puerto Rico es una colonia de los Estados Unidos, la autoridad de los Estados Unidos sobre Puerto Rico es ilegal y, por lo tanto, el cargo de conspiración sediciosa no puede usarse contra activistas puertorriqueños. El poeta puertorriqueño Juan Antonio Corretjer estableció que “no podemos ser sediciosos no importa cuánto conspiremos, cuánto hagamos por independizarnos del imperialismo yanqui. Porque no estamos dentro del estado federal, porque somos un país aparte, porque somos una nación latinoamericana ocupada militarmente por Estados Unidos, ocupación mediante la cual se impuso y se impone a nuestro pueblo un coloniaje ignominioso, anti-histórico, mendaz, condenado y condenable. Condenado a desaparecer” [9].


El 30 de agosto de 1985, el FBI arrestó a 20 miembros de los Macheteros con relación a un robo de un vehículo blindado de la Wells Fargo. De esas 20 personas, siete fueron condenadas, seis se declararon culpables, todas acusadas del delito de conspiración sediciosa.Al igual que en el caso de los presos y presas nacionalistas y de los y las militantes de las FALN, el uso del delito de conspiración sediciosa contra movimientos de liberación nacional resulta en un ejercicio del poder para reprimir actividades políticas disidentes.


El delito de conspiración sediciosa tiene color

No es común que el gobierno federal acuse por el delito de conspiración sediciosa. Como mencioné anteriormente, en la mayor parte del siglo 20 solo se usó contra independentistas. Pero hubo otras instancias en las que se acusó a grupos por este delito, pero con resultados muy distintos a los vivieron los grupos independentistas.


En Arkansas, el 27 de abril de 1987, un gran jurado procesó a quince hombres por delitos federales, diez de ellos por conspiración sediciosa. Los hombres también eran miembros de otras organizaciones: Posse Comitatus, un grupo anti contribuciones; Covenant, Arm of the Lord, un campamento de supervivencia; Aryan Nations, una organización neonazi; y el Ku Klux Klan. El gobierno los acusó de unir grupos extremistas en todo el país. Este grupo se autoproclamó como “The Order”. Todos resultaron absueltos [10].


En 1984, un grupo marxista llamado United Freedom Front (también conocido como Ohio 7) fue acusado por conspiración sediciosa, entre otros cargos. Todos los acusados, excepto 1, eran blancos norteamericanos. De las 7 acusaciones solo 2 resultaron en veredictos de culpabilidad. Una de las dos personas encontradas culpables fue el hombre afroamericano. [11].


En 1993, un grupo de 10 inmigrantes musulmanes fueron acusados por el delito de conspiración sediciosa en relación a los ataques al World Trade Center en New York. Todos los acusados fueron hallados culpables.


Más recientemente, el 29 de marzo de 2010, nueve miembros de Hutaree fueron acusados ​​de conspiración sediciosa en relación a un complot para asesinar miembros de la policía. Ninguno de los acusados fue hallado culpable de conspiración sediciosa [12]. Hutaree es una organización paramilitar religiosa blanca.


Pensando en los Trumpistas

El récord histórico demuestra que el delito de conspiración sediciosa es una herramienta del gobierno federal para destruir movimientos disidentes o de izquierda, particularmente grupos de minorías raciales y étnicas. Cuando se ha usado en contra de activistas blancos de derecha, que ha sido muy pocas veces, no ha habido sentencias condenatorias. Este récord me lleva a pensar que las personas que irrumpieron en el Capitolio federal el 6 de enero en apoyo a Trump son demasiado blancos y demasiado derechistas como para que sean acusados y menos encontrados culpables por este delito, que tiene color y fue diseñado para reprimir disidencias rojas y no blancas.


Notas



[2] American Jurisprudence 70: Sec. 6


[3] https://www.elpostantillano.net/index.php?option=com_content&view=article&id=25922:la-masacre-de-rio-piedras&catid=311&Itemid=1021


[4] https://www.telesurtv.net/news/puerto-rico-masacre-ponce-policia-insular-estados-unidos-20180321-0014.html


[5] Churchill, W. and Vander Wall, J. (1990). The COINTELPRO Papers. Boston: South End Press


[6] Id.


[7] Churchill, supra.


[8] Cramer, C. 1993. "Amnesty Petition for Puerto Rican Prisoners" Canadian Dossier: Colonialism and Puerto Rican Political Prisoners. Canada: Ofensiva '92.


[9] https://www.minhpuertorico.org/index.php/noticias/55-noticias/1635-una-pausa-para-la-justicia-urgente-inicia-encuentro-de-derechos-humanos


[10] https://apnews.com/article/604c50e36bd020ac70be35445b12d059


[11] Winter, B., “INVIDIOUS PROSECUTION: THE HISTORY OF SEDITIOUS CONSPIRACY — FORESHADOWING THE RECENT CONVICTIONS OF SHEIK OMAR ABDEL-RAHMAN AND HIS IMMIGRANT FOLLOWERS”, 10 Geo. Immigr. L. J. 185


[12] https://www.latimes.com/world/la-xpm-2012-mar-28-la-na-hutaree-acquit-20120328-story.html


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Yanira Reyes Gil es feminista y defensora de los derechos humanos. Se desempeña como profesora de Derecho. Es co-fundadora del Instituto de Estudios de Mujeres, Género y Derecho y forma parte de la Red de feminista de investigación y educación en género.


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